Gisela Gutiérrez Martí, es una chica de 22 años que ha trabajado este verano como socorrista en una de las piscinas de Jaén gestionada por SOS Andrómeda.

Cuando realizamos la entrevista, esta joven formada en primeros auxilios y socorrismo, nos aseguró que los usuarios de las instalaciones acuáticas desconocen, en su gran mayoría, los riesgos que pueden ocasionarse durante el baño y que toda medida de seguridad, a veces no es suficiente “Muchas veces ni si quiera son conscientes del daño que pueden hacer al resto de los bañistas y a ellos mismos”.

Gisela nos cuenta del curso que éste le ha servido para entrar en un marco laboral activo dentro del socorrismo totalmente compatible con otras actividades y estudios “El curso es bastante interesante, aprendes mucho en poco tiempo y si finalmente consigues trabajo dentro del mundo del socorrismo, puedes compaginarlo con estudios y aficiones”.

Normalmente en estos cursos intensivos, el esfuerzo, el interés y la capacidad de superación de los alumnos son factores fundamentales, teniendo en cuenta la corta duración de las lecciones. Así que los alumnos a través de clases teóricas y prácticas, se forman y se preparan físicamente para las pruebas finales, donde tienen que exponer sus capacidades y son evaluados por ello. “Las pruebas son duras, pero con entrenamiento constante se aprueban seguro. Para mí, la más difícil me resultó la prueba de apnea” “La mejor parte han sido las prácticas en la piscina, donde aprendes todas las técnicas de rescate que, desde mi punto de vista,  es lo más motivador del curso”.

Pero a pesar de la intensidad de las clases, el esfuerzo en las pruebas, o la constancia de los alumnos, la mayoría asegura haber forjado una buena amistad con  sus compañeros, lo que ha servido de gran ayuda para superarse cada día. Como nos dice Gisela: “He compartido muy buenos momentos con mis compañeros y una muy buena amistad”.