La experiencia tan positiva de María José al realizar el curso de salvamento, su entusiasmo por el sector del socorrismo y las aptitudes desarrolladas durante los meses de preparación para las pruebas finales, la han llevado a trabajar de socorrista como segundo año consecutivo.

Aunque en ocasiones se sentía un poco nerviosa por superar las pruebas físicas, María José ha sido un ejemplo de constancia, esfuerzo y superación.  “La parte práctica me ha ayudado a mejorar mi forma de nadar y a desenvolverme en el agua. Mis familiares y amigos cuando me vieron ¡No se lo creían!” 

María José, como profesional del salvamento acuático, acentúa la importancia de respetar las indicaciones marcadas por los socorristas y hacer caso a la normativa de banderas en la costa “Los niños y las personas mayores creo que son los que menos importancia le dan a la prevención de accidentes acuáticos, esto lo vemos sobre todo en la playa, donde hay bandera roja y muchos bañistas se meten en el agua”.

Graduada en filología hispánica, esta jiennense de 25 años ha visto en el puesto laboral de socorrismo una buena forma de costear parte de sus estudios, y además de ello llevarse una grata experiencia y amigos. “Sin duda alguna formamos un buen grupo de compañeros y algunos de ellos ahora somos compañeros de trabajo y amigos”.

¡Gracias María José por confiar en Sos Andrómeda!